miércoles, 15 de febrero de 2012

Particular


Ahí estaba la roca, gris, neutra, esperando el abrazo del mar 
pero eso no ocurrió, el mar la quebró; le produjo grietas profundas y eternas
Con cada oleaje, la fue desgastando, achicando.
Iba y venía, la roca quería salir de allí, quería ser un ser propio, sin que la ola la dañe.
Pero la necesitaba, sí contradictoriamente la necesitaba, sentía que los fragmentos que se desprendían de ella, por más pequeños que fueran, la ayudaban a crecer, a formar nuevos sedimentos, sin grietas.
Pero la roca esperaba el abrazo del mar, para que suceda "algo", quizás pensaba que se formaría algo mejor, inexplicable, algo que no tenía definición, porque efectivamente no existía, ya que la unión del mar y la roca, no sucedería.
Siguió allí, hasta que se desintegro por completo, pero ocurrió algo inesperado, ahora esta en el fondo del mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario