sábado, 18 de febrero de 2012

Pajarito sin alas.

Te veo y el desasosiego invade mi mirada
te escucho con miedo y timidez, sólo me murmuras
"¡tenés que volar!", te digo en voz alta con los ojos fijos en el cielo de mañana
Aunque sabiendo que si volás, te podés lastmar,  pero ocultar o guardar las alas, es peor, es peor.
No quiero que te quedes en el oscuro nido de los miedos, de la ignorania, de las palabras vanas, de las promesas rotas, de los sueños no cumplidos, de las dudas, de la incertidumbre, porque si sigues allí pajaro sin alas, no podrás avanzar, ni ser el gorrión con cabeza firme y alta en la vandada de la vida
Murmuras de nuevo "nose, no recuerdo como hacerlo", yo te enseño, confía en mi aprendizaje.
Volar es mejor que la quietud, es mejor que la desolación de un mundo vacio.
¡Vamos saca tus alas!; "no tengo", me decís en voz baja.Pero yo las puedo ver, las puedo ver.
¡Vamos pajarito, tenés unas hermosas alas; deja el nido.Hay que crecer!
me repetis, sin parar, que no podés y bajas del nido, sin alas
Y me quedo mirandote, buscandole desde lo alto, ya no puedo ver al pajarito sin alas.
Tengo sus plumas húmedas de lágrimas.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Particular


Ahí estaba la roca, gris, neutra, esperando el abrazo del mar 
pero eso no ocurrió, el mar la quebró; le produjo grietas profundas y eternas
Con cada oleaje, la fue desgastando, achicando.
Iba y venía, la roca quería salir de allí, quería ser un ser propio, sin que la ola la dañe.
Pero la necesitaba, sí contradictoriamente la necesitaba, sentía que los fragmentos que se desprendían de ella, por más pequeños que fueran, la ayudaban a crecer, a formar nuevos sedimentos, sin grietas.
Pero la roca esperaba el abrazo del mar, para que suceda "algo", quizás pensaba que se formaría algo mejor, inexplicable, algo que no tenía definición, porque efectivamente no existía, ya que la unión del mar y la roca, no sucedería.
Siguió allí, hasta que se desintegro por completo, pero ocurrió algo inesperado, ahora esta en el fondo del mar.